Lógicamente, la forma de tales tornos era rudimentaria y su eficiencia muy limitada. Fue solo después de la invención de la máquina de tejer y de la máquina de vapor, esto es en los albores del año 1800, cuando comenzó, con respecto al torno, la serie de estudios y perfeccionamiento que lo llevaron al alto grado de precisión y potencia alcanzada en nuestros días.
La importancia de estas máquinas deriva, especialmente, de la variedad de trabajos que con ella pueden ejecutarse.
En efecto, además de las superficies cilíndricas – que en mecánica son las mas empleadas-, con el torno se pueden obtener superficies cónicas, planas, cóncavas, convexas, helicoidales, etc. Figura 13/1.

Tratándose de una máquina de tanta importancia, un conocimiento superficial, ni es suficiente una cierta práctica. Es necesario un profundo estudio de las diversas parte que la componen, de los cuidados que exige y del modo como debe ser usada, para poder realizar en ella, correctamente, todas las operaciones fundamentales y especiales que hace posible esta máquina.